El articulo ‘minuto de celular, pan de unos y quiebra de otros’, es escrito por un estudiante de periodismo de la universidad de Antioquia, y aunque en el se encuentra mencionada la ciudad de Medellín, todo el escrito aplica para Colombia, incluso para Cali, pues vemos las mismas situaciones en todas partes, además contamos con los mismos operadores de telefonía celular, como lo son Comcel, Movistar y Tigo.
Colombia es un país bastante particular, las ventas callejeras invaden cada vez más el espacio público, entre ellas encontramos la más común, la reventa de minutos, dirigida por sus impulsadores reconocibles a simple vista por sus chalecos verdes, o naranja entre otros colores, que hacen llamar la atención de los compradores. Jhony Navarro es parte de ellos, ya que se vio obligado a dejar su ciudad natal Barranquilla por problemas, entonces decidió buscar una esperanza en la reventa de minutos para subsistir, “Pedí prestados a un amigo 50 mil pesos y compré el primer celular, así fuí mejorando mi situación y ahora tengo seis, casi todos de Comcel”: así es como Jhony expresa que empezó con su negocio, y por medio del cual ahora ha expandido su mercado con otros celulares controlados por otros revendedores. Estos cuentan con una base diaria de 15 mil pesos, sin contar con los honorarios, que van dejando en promedio un total de 50 mil pesos diarios, que si nos ponemos a ver lo que estos revendedores se ganan en un mes, es mayor de lo que se gana una persona con un salario mínimo, por eso es que las personas prefieren y deciden dedicarse a este oficio, pues le da mas independencia, no deben cumplir horarios, no deben pagar impuestos, y el pago es diario entre otros supuestos beneficios que se otorgan al formar parte de este gremio como revendedor de minutos.
Lo que los revendedores piensan es que “no le estamos haciendo mal a nadie, sólo estamos viendo cómo no la rebuscamos. Es que como ellos no tienen que buscar cada día la comida qué les va a importar, a las empresas de celulares sólo les importa su propio bienestar”, que en parte es cierto, pero ellos no se han percatado que en esas grandes empresas también se encuentran trabajadores y empleados honestos y con necesidades que dependen de las empresas, y si estas se terminan, se quiebran o se acaban, en un caso muy extremo pero no imposible, se estarían perjudicando miles de personas.
Los operadores, en especial Comcel el mas afectado por tener una ventaja de consumo en cuanto a los demás operadores, afirma que uno de los mayores problemas es la congestión en la plataforma, porque estos individuos usan el celular en forma constante todo el día, donde no es lo normal para lo que están diseñados los planes, pues hasta ahora no hay un plan legal para tal consumo, exceptuando a los autorizados como lo son los de las cabinas telefónicas. No nos podemos olvidar de un caso muy común como la utilización de cedulas falsas para sacar planes altísimos y nunca pagarlos, lo cual representa grandes perdidas en la cartera de las compañías.
Todo esto parece no acabar, porque muchos revendedores rechazan el legalizarse, pues si lo hacen se reduciría su margen de ganancia al tener que pagar todos esos gastos los que la ley impone.
En cuanto a la solución a este problema ‘los operadores aseguran que tendrían que entrar a ser parte de las cabinas, pagar arriendo, servicios y que estén registrados en Cámara de Comercio como su única razón social.’, dando una posición firme, y buscan do que todos ellos se unan y se acabe este empleo informal, pero por otra parte los revendedores no están muy de acuerdo con eso, pues no ganarían lo acostumbrado, llevándolos a buscar otra forma de generar ingresos, afectando y aumentando otros factores como la delincuencia, la drogadicción, la violencia y la inseguridad.
Con este texto el autor logro cautivar la atención de los lectores sobre un tema de realidad social como lo es la reventa de minutos, adoptando una posición neutral, pero dando argumentos, criterios y diferentes puntos de vista para que el lector tome su posición frente a este.
Bibliografia:http://comunicaciones.udea.edu.co/dlud/index.php?option=com_content&task=view&id=1261&Itemid=5
Colombia es un país bastante particular, las ventas callejeras invaden cada vez más el espacio público, entre ellas encontramos la más común, la reventa de minutos, dirigida por sus impulsadores reconocibles a simple vista por sus chalecos verdes, o naranja entre otros colores, que hacen llamar la atención de los compradores. Jhony Navarro es parte de ellos, ya que se vio obligado a dejar su ciudad natal Barranquilla por problemas, entonces decidió buscar una esperanza en la reventa de minutos para subsistir, “Pedí prestados a un amigo 50 mil pesos y compré el primer celular, así fuí mejorando mi situación y ahora tengo seis, casi todos de Comcel”: así es como Jhony expresa que empezó con su negocio, y por medio del cual ahora ha expandido su mercado con otros celulares controlados por otros revendedores. Estos cuentan con una base diaria de 15 mil pesos, sin contar con los honorarios, que van dejando en promedio un total de 50 mil pesos diarios, que si nos ponemos a ver lo que estos revendedores se ganan en un mes, es mayor de lo que se gana una persona con un salario mínimo, por eso es que las personas prefieren y deciden dedicarse a este oficio, pues le da mas independencia, no deben cumplir horarios, no deben pagar impuestos, y el pago es diario entre otros supuestos beneficios que se otorgan al formar parte de este gremio como revendedor de minutos.
Lo que los revendedores piensan es que “no le estamos haciendo mal a nadie, sólo estamos viendo cómo no la rebuscamos. Es que como ellos no tienen que buscar cada día la comida qué les va a importar, a las empresas de celulares sólo les importa su propio bienestar”, que en parte es cierto, pero ellos no se han percatado que en esas grandes empresas también se encuentran trabajadores y empleados honestos y con necesidades que dependen de las empresas, y si estas se terminan, se quiebran o se acaban, en un caso muy extremo pero no imposible, se estarían perjudicando miles de personas.
Los operadores, en especial Comcel el mas afectado por tener una ventaja de consumo en cuanto a los demás operadores, afirma que uno de los mayores problemas es la congestión en la plataforma, porque estos individuos usan el celular en forma constante todo el día, donde no es lo normal para lo que están diseñados los planes, pues hasta ahora no hay un plan legal para tal consumo, exceptuando a los autorizados como lo son los de las cabinas telefónicas. No nos podemos olvidar de un caso muy común como la utilización de cedulas falsas para sacar planes altísimos y nunca pagarlos, lo cual representa grandes perdidas en la cartera de las compañías.
Todo esto parece no acabar, porque muchos revendedores rechazan el legalizarse, pues si lo hacen se reduciría su margen de ganancia al tener que pagar todos esos gastos los que la ley impone.
En cuanto a la solución a este problema ‘los operadores aseguran que tendrían que entrar a ser parte de las cabinas, pagar arriendo, servicios y que estén registrados en Cámara de Comercio como su única razón social.’, dando una posición firme, y buscan do que todos ellos se unan y se acabe este empleo informal, pero por otra parte los revendedores no están muy de acuerdo con eso, pues no ganarían lo acostumbrado, llevándolos a buscar otra forma de generar ingresos, afectando y aumentando otros factores como la delincuencia, la drogadicción, la violencia y la inseguridad.
Con este texto el autor logro cautivar la atención de los lectores sobre un tema de realidad social como lo es la reventa de minutos, adoptando una posición neutral, pero dando argumentos, criterios y diferentes puntos de vista para que el lector tome su posición frente a este.
Bibliografia:http://comunicaciones.udea.edu.co/dlud/index.php?option=com_content&task=view&id=1261&Itemid=5